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1 a 5.1-31 En
este relato, la lectura e interpretación de una inscripción misteriosa
pone de manifiesto una vez más el carácter extraordinario de la
sabiduría profética concedida por Dios a Daniel. Cf. Dn 1.17,20. b 5.1 Belsasar es la transcripción de un nombre babilónico que significa (el dios) Bel protege al rey. No debe confundirse con Beltsasar, que era el sobrenombre dado a Daniel en la corte de Nabucodonosor. Véase Dn 1.7 nota j. c 5.1 Belsasar, aunque no fue rey de Babilonia, ejerció funciones reales durante los ocho años en que su padre Nabonid se mantuvo retirado en el desierto de Arabia.
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1 a 5.1-31
En este relato, la lectura e interpretación de una inscripción
misteriosa pone de manifiesto una vez más el carácter extraordinario de
la sabiduría profética concedida por Dios a Daniel. Cf. Dn 1.17,20.
b 5.1 Belsasar es la transcripción de un nombre babilónico que significa (el dios) Bel protege al rey. No debe confundirse con Beltsasar, que era el sobrenombre dado a Daniel en la corte de Nabucodonosor. Véase Dn 1.7 nota j.
c 5.1 Belsasar, aunque no fue rey
de Babilonia, ejerció funciones reales durante los ocho años en que su
padre Nabónides se mantuvo retirado en el desierto de Arabia.
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2 d 5.2-3 Su padre Nabucodonosor: Fuentes históricas fidedignas atestiguan que el padre de Belsasar fue Nabonid, el último de los reyes de Babilonia (556- 539
a.C.). Por lo tanto, Belsasar no fue hijo del rey Nabucodonosor en
sentido físico. Puede afirmarse, sin embargo, que lo fue en un sentido
amplio, ya que también él ejerció funciones de gobierno al frente del
imperio neobabilónico, como antes las había ejercido Nabucodonosor, el
más célebre rey de la dinastía caldea. Véanse Jer 1.14-15 n.; Dn 1.4 n.
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2 d 5.2-3 Nabucodonosor, su padre: Fuentes históricas fidedignas atestiguan que el padre de Belsasar fue Nabónides, el último de los reyes de Babilonia (556-539
a.C.). Por lo tanto, Belsasar no fue hijo del rey Nabucodonosor en
sentido físico. Puede afirmarse, sin embargo, que lo fue en un sentido
amplio, ya que también él ejerció funciones de gobierno al frente del
imperio neobabilónico, como antes las había ejercido Nabucodonosor, el
más célebre rey de la dinastía caldea. Véanse Jer 1.14-15 n.; Dn 1.4 n.
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4 e 5.2-4 La
profanación de los vasos sagrados confiere un carácter sacrílego a este
banquete, en el que no solo se rendía culto a los dioses paganos, sino
que también se menospreciaba al verdadero Dios (cf. v. 23).
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4 e 5.2-4
La profanación de los vasos sagrados confiere un carácter sacrílego a
este banquete, en el que no solo se rendía culto a los dioses paganos,
sino que también se menospreciaba al verdadero Dios (cf. v. 23).
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21 f 5.18-21 Estos vs. se refieren al episodio relatado en Dn 4.29-36.
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21 f 5.18-21 Estos v. se refieren al episodio relatado en Dn 4.29-36.
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23 g 5.23 Job 12.10.
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23 g 5.23 Job 12.10.
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25 h 5.25 Estas tres palabras, en su sentido propio, son los nombres de pesas y monedas antiguas: mené, “mina”, tekel, “siclo”, parsín (plural de peres)
“media mina”. Pero este detalle no es tan importante como la
interpretación que reciben en el texto: se relacionan las dos primeras
palabras con los verbos maná y takal, que significan, respectivamente, medir y pesar; en cuanto a la tercera, se relaciona a un mismo tiempo con el verbo parás, que significa dividir, y con el nombre de los persas. De este modo, la misteriosa inscripción resulta ser una profecía acerca de la suerte futura del imperio babilónico.
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25 h 5.25 Estas tres palabras, en su sentido propio, son los nombres de pesas y monedas antiguas: Mene «mina», Tekel «siclo», Uparsin (plural de peres)
«media mina». Pero este detalle no es tan importante como la
interpretación que reciben en el texto: se relacionan las dos primeras
palabras con los verbos maná y takal, que significan, respectivamente, medir y pesar; en cuanto a la tercera, se relaciona a un mismo tiempo con el verbo parás, que significa dividir, y con el nombre de los persas. De este modo, la misteriosa inscripción resulta ser una profecía acerca de la suerte futura del imperio babilónico.
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30 i 5.30 Dos
historiadores griegos narran que los babilonios estaban bebiendo hasta
embriagarse cuando el ejército de Ciro llegó a Babilonia para apoderarse
de ella (véase Is 41.2 n.). La Conquista de la ciudad se produjo entonces en forma pacífica; pero una antigua tradición atestigua que Belsasar fue asesinado por un oficial de su reino, que se había pasado a los persas.
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30 i 5.30
Dos historiadores griegos narran que los babilonios estaban bebiendo
hasta embriagarse cuando el ejército de Ciro llegó a Babilonia para
apoderarse de ella (véase Is 41.2 n.). La conquista de la ciudad se produjo entonces en forma pacífica; pero una antigua tradición atestigua que Belsasar fue asesinado por un oficial de su reino, que se había pasado a los persas.
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31 j 5.31–6.28 Los vs. 5.31–6.28 corresponden a los vs. 6.1-29 del texto arameo. k 5.31 Darío de Media: Cf. Dn 9.1.
Las fuentes históricas extrabíblicas no mencionan a este personaje;
tampoco es posible asignarle un lugar en la sucesión cronológica de los
reyes del antiguo Oriente. Cf. Is 13.17; Jer 51.11, donde se menciona a los medos entre los pueblos que provocaron la caída de Babilonia. |
31 j 5.31 Darío de Media: Cf. Dn 9.1.
Las fuentes históricas extrabíblicas no mencionan a este personaje;
tampoco es posible asignarle un lugar en la sucesión cronológica de los
reyes del antiguo Oriente. Cf. Is 13.17; Jer 51.11, donde se menciona a los medos entre los pueblos que provocaron la caída de Babilonia.
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