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Apocalipsis 8 – La tercera y cuarta trompeta (Tema 97)
Seminario profético, bíblico e histórico de Daniel
- La estrella cae y la luz de los astros se oscurece
- La “estrella” en singular
- Las aguas dulces se hicieron amargas
- Las fuentes de luz se oscurecen y la oscuridad espiritual se impone
- Jesucristo es la luz del mundo
- La falsificación terrenal del ministerio sacerdotal de Jesucristo en el santuario celestial
- La tercera trompeta
- La invasión de los hunos bajo Atila
- La cuarta trompeta
- La extinción de la “luz” del Imperio Romano de Occidente
- La invasión de los hérulos bajo Odoacro
- Lo que sucedió a continuación en la historia romana
- La invasión de Teodorico de los Ostrogodos a Italia
En este tema estudiaremos la tercera y la cuarta “trompeta” del Apocalipsis. Recuerde que las primeras cuatro “trompetas” describen una serie de juicios, castigos y azotes contra Roma en su primera fase
imperial pagana y luego cristiano-pagana, ejecutados por medio de los
bárbaros, hasta la espantosa caída final del Imperio Romano de Occidente
en el año 476 d.C. Todo esto le sobrevino a Roma porque Dios retiró su
protección y bendición de ese Imperio, por causa de su maldad y
apostasía, como vimos en el tema anterior (96) en detalle. En este tema
veremos profundizados los conceptos de su decadencia espiritual que
condujo a su debilitamiento y caída.
He aquí la descripción de la tercera y la cuarta “trompeta” del Apocalipsis:
“El
tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella,
ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y
sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y
la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres
murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas. El cuarto
ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la
tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que
se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera
parte del día, y asimismo de la noche.” Apocalipsis 8:10-12.
Estas dos “trompetas” apocalípticas nos presentan una doble simbología. 1)
Por un lado nos muestran con impresionantes ejemplos complementarios la
decadencia y apostasía espiritual que sufrió el Imperio Romano una vez
`convertido´ al cristianismo nominal y tras haber absorbido el paganismo
como una esponja; 2) y por otro lado la invasión de otras dos tribus bárbaras.
¡La apostasía y decadencia espiritual de Roma tuvo como consecuencia azotes que Dios permitió mediante los bárbaros!
1) La “tercera trompeta” ejemplifica la decadencia espiritual con la caída de una gran estrella y la contaminación de las aguas dulces que antes eran puras y cristalinas. Y la “cuarta trompeta” ejemplifica la apostasía con el oscurecimiento de las diferentes fuentes de luzque antes brillaban en su esplendor. Por causa de esta decadencia
espiritual y apostasía Dios permitió los últimos dos castigos graves
contra Roma Occidental en su derrumbamiento.
2) Como veremos en este tema, la “tercera trompeta” nos muestra el grave azote mediante la invasión de Atila de la tribu bárbara de los hunos. Y la “cuarta trompeta”
nos presenta el último azote contra Roma Occidental, mediante de
Odoacro de la tribu bárbara de los hérulos, con el cual el Imperio
finalmente colapsó en el año 476 d.C.
La estrella cae y la luz de los astros se oscurece
La tercera trompeta menciona una “estrella” en singular y la cuarta trompeta “sol”, “luna” y “estrellas”, en plural. ¡Aquí se nos presentan las fuentes de luz diurna y nocturna! Pero sucede que la “estrella” de la tercera trompeta cae “del cielo” y el “sol”, “la luna” y “lasestrellas”de la cuarta trompeta son oscurecidos parcialmente. Como veremos en
este y el siguiente tema, tras su caída y oscurecimiento inicia la Edad
Oscura, La Edad Media con su nocivo `oscurantismo´.
- El diccionario de Oxford describe el inicio del `oscurantismo´ en su contexto histórico casi proféticamente, diciendo: “la caída del imperio [romano] y la invasión de los bárbaros abrió la puerta a un período de oscurantismo. Fuente.
Es importante mencionar que la tercera y cuarta trompeta repiten siete veces que “la tercera parte”
es afectada por sus toques. Recuerde que en el tema pasado ya
estudiamos esta simbología, que también apareció repetidas veces en la
primera y segunda “trompeta” refiriéndose a la triple
subdivisión territorial del Imperio Romano. Lo que Dios nos enseña al
repetir tantas veces el mismo símbolo es que todos estos azotes caen
siempre sobre la misma potencia; el Imperio Romano de Occidente que
aquella vez fue subdividido en tres partes.
es afectada por sus toques. Recuerde que en el tema pasado ya
estudiamos esta simbología, que también apareció repetidas veces en la
primera y segunda “trompeta” refiriéndose a la triple
subdivisión territorial del Imperio Romano. Lo que Dios nos enseña al
repetir tantas veces el mismo símbolo es que todos estos azotes caen
siempre sobre la misma potencia; el Imperio Romano de Occidente que
aquella vez fue subdividido en tres partes.
La “estrella” en singular
En la palabra de Dios, los ángeles son representados como “estrellas”.Un tercio de ellas cayó con su líder Lucifer a la tierra. Recuerde
Apocalipsis 12:4, 7-9; 1:20. Por lo tanto fueron dos tercios que se
quedaron leales a Dios en el cielo. Apocalipsis 12:10, 11.
Cuando en la Biblia nos encontramos con el glorioso simbolismo de
la “estrella” en singular se refiriere principalmente a Jesucristo,
siendo él “la estrella resplandeciente de la mañana”. Apocalipsis 2:28;
22:16. Vea también Mateo 2:2 donde Jesús ya había sido identificado con
“la estrella” desde su mismo nacimiento.
Pero la Biblia nos habla de otra “estrella” en singular que no
se refiere a Cristo, sino al contrario se refiere a Su gran oponente,
al `anticristo´. Acerca del diablo, como máxima expresión del
`anticristo´ las Sagradas Escrituras dicen: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!” Isaías 14:12. Jesús dice acerca de su caída que “veía a Satanás caer del cielo como un rayo.” Lucas 10:18. El diablo es el usurpador del lugar de Dios, por eso aparece como una falsa estrella, es decir una falsa luz. Simbólicamente es una `estrella fugaz´ y su luz engañosa es pasajera y maligna.
¡La estrella `caída´ es un símbolo de un poder maligno que usurpa el lugar de Dios!
Las aguas dulces se hicieron amargas
Este tremendo concepto espiritual es reforzado por el siguientesímbolo que aparece en la descripción de la tercera trompeta, pues esta “gran estrella” que “cayó
del cielo… ardiendo como una antorcha… cayó sobre la tercera parte de
los ríos, y sobre las fuentes de las aguas… y el nombre de la estrella
es Ajenjo” que significa `amargo´ “y la tercera parte de las
aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas
aguas, porque se hicieron amargas”. Apocalipsis 8:10, 11.
Esta `estrella caída´ que impacta negativamente sobre el Imperio Romano, convierte “la tercera parte” de las aguas dulces de “los ríos” y de “las fuentes de las aguas [que son los manantiales]… en ajenjo”. Como consecuencia, esta agua amarga causa la muerte de “muchos hombres”, pues las personas sedientas acaban envenenados por esas aguas contaminadas.
- En la palabra de Dios, los ríos y las fuentes de las aguas son
símbolos de del agua de la vida y del alimento espiritual. Veamos
algunos textos de las Sagradas Escrituras:
“Porque
será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente
echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja
estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar
fruto. ¡Oh Señor, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán
avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo,
porque dejaron al Señor, manantial de aguas vivas.” Jeremías 17:8, 13. Vea también Salmos 36:8, 9.
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y
alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que
cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.” Juan 7:37, 38.
Fue Satanás quien difundió sus errores mediante sus maestros y
teólogos humanos. 2 Corintios 11:13-15. De esta manera contaminó y
envenenó parcialmente la verdad cristiana en el Imperio Romano; recuerde que siempre nos menciona la simbología del tercio. Sus errores ingresaron a la iglesia medieval. Repase los temas 85 y 86 donde analizamos las iglesias proféticas de “Pérgamo” y “Tiatira”,
que cumplieron fielmente con esta descripción. Muchas costumbres del
paganismo fueron `bautizados´ y de esta manera recubiertas y disfrazados
con `un manto cristiano´ de aparente santidad. Luego Rompa papal
prohibió la tenencia, lectura y traducción de las Sagradas Escrituras
bajo pena de muerte, en los territorios bajo su autoridad espiritual.
¡La verdad divina de las Sagradas Escrituras fue ocultada, tergiversada y
malinterpretada! La Iglesia se corrompió tal como había sido predicho
por San Pablo y San Pedro y las aguas cristalinas se contaminaron
parcialmente y las fuentes de luz fueron oscurecidas en parte. Vea
Hechos 20:29, 30; 2 Timoteo 4:3, 4; Gálatas 1:6-9 y recuerde el tema 20
de este seminario.
¡El dulce y fresco manantial se volvió amargo y venenoso!
- El agua `amargo´ es un sinónimo de apostasía. La palabra de Dios revela que cuando los Israelitas “llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.” Éxodo 15:23.
Las fuentes de luz se oscurecen y la oscuridad espiritual se impone
A consecuencia vemos como durante la cuarta trompeta se oscurecen parcialmente el “sol”, la “luna” y las “estrellas”y la Roma cristiana quedó parcialmente en oscuridad y en tinieblas
espirituales. Algo parecido volverá a ocurrir en el cercano futuro,
cuando durante las siete plagas postreras “el trono de la bestia; y su reino” se cubrirán “de tinieblas”. Vea Apocalipsis 16:10.
Jesucristo es la luz del mundo
Jesucristo dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12; 9:5. Jesús es el “Sol de justicia”, “la estrella resplandeciente de la mañana” que desea “salir en nuestros corazones” y crecer “hasta que el día es perfecto”. Malaquías 4:2, Apocalipsis 22:16; 2 Pedro 1:19; Proverbios 4:18. Vea también Juan 14:6 y 2 Corintios 3:18.- ¡Fue Roma quien `oscureció´ la verdad y el ministerio sumo sacerdotal de Jesucristo!
temporal, se puso en lugar de Dios, cambió los tiempos y la ley de Dios,
persiguió a los santos e impuso sus tradiciones, la idolatría y el `día
del sol´. Recuerde Daniel 7:25; 8:10, 11 y los temas 20 y 21 de este
seminario.
¡Las brillantes fuentes de luz se oscurecieron parcialmente!
La falsificación terrenal del ministerio sacerdotal de Jesucristo en el santuario celestial
El “cuerno pequeño” (el sistema de Roma papal) echó “por tierra” el “santuario” y “la verdad”(Repase Daniel 8:11, 12 y los temas 20-24 de este seminario). De esta
manera `resucitó´ las leyes ceremoniales que fueron abrogadas por
Jesucristo en la cruz (estudie el tema 26, Colosenses 2:14-17 y el libro
de Hebreos). Roma papal hizo esto mediante su sistema terrenal
sacerdotal, que incluye sacerdotes, sacrificios (la misa), ceremonias,
mediadores y confesionarios, etc. Recuerde que todo esto llegó a su
santo cumplimiento al morir Jesús en la cruz. Daniel 9:27; Mateo 27:51.
¡Esta falsificación terrenal, romana/papal sucede mientras que Cristo,
nuestro sumo sacerdote que ahora está en el santuario celestial, abrogó
la ley ceremonial (que ya cumplió su función santa) con todos sus
ritos, sacerdotes, sacrificios y ceremonias; ensalzando la eterna
invariable ley moral de los 10 mandamientos!
Como ya vimos, ¡las aguas “amargas” (contaminadas) y los
`astros oscurecidos´ son símbolos de la apostasía y de la verdad
corrompida que causan que las personas mueran espiritualmente!
¡Durante esos siglos `amargos´ y `oscuros´ hubo muy poco alimento espiritual para el creyente! Recuerde el “caballo negro” del “tercer sello” del Apocalipsis 6:5, 6 del tema 91. Ese “caballo negro”
representaba la época histórica de la Iglesia medieval caracterizada
por la oscuridad y las tinieblas espirituales, durante la cual el pan (“trigo” y “cebada”),
símbolos de la palabra de Dios, costaba mucho y era casi inaccesible
para el ser humano; porque la Iglesia no alimentaba al pueblo
espiritualmente con la palabra de Dios; más al contrario la prohibía a
muerte.
La tercera trompeta
“Eltercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella,
ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y
sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y
la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres
murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.” Apocalipsis 8:10, 11.
Respecto a la tercer trompeta vale la pena mencionar lo que escribió el comentador Alberto Barnes: “Que
haya algún capitán o guerrero que pueda compararse a un meteoro
ardiente; cuyo curso sea singularmente brillante; que aparezca
repentinamente como una estrella fugaz, y luego desaparezca como una
estrella cuya luz se apagase en las aguas; que el curso asolador de ese
meteoro abarque mayormente las parles del mundo en que abundan los
manantiales y los cursos de agua; que se produzca un efecto como si esos
cursos y manantiales se volviesen amargos; es decir que perezcan muchas
personas, y que extensas desolaciones sean causadas en el vecindario de
esos ríos y cursos de agua, como si una estrella amarga y funesta
cayese en las aguas, y la muerte se difundiese por las márgenes
adyacentes regadas por ellos.” Alberto Barnes, “Notes on Revelation,” pág. 239, comentario sobre Apocalipsis 8:11.
La invasión de los hunos bajo Atila
Comoveremos, la tercera trompeta alude a las guerras asoladoras y furiosas
invasiones que Atila, rey de los hunos, dirigió contra el Imperio
Romano. Hablando de este guerrero, y particularmente de su apariencia
personal, dice Barnes:
“En su aspecto, se parecía mucho a un brillante meteoro que
fulgurase por el cielo. Vino del Oriente juntando sus hunos, y los
volcó, como veremos, repentinamente sobre el imperio, con la rapidez de
un meteoro fulgurante. Se consideraba consagrado a Marte, el dios de la
guerra, y solía ataviarse en forma peculiarmente vistosa, de manera que
su apariencia, de acuerdo con el lenguaje de sus aduladores, bastaba
para deslumbrar a quienes le mirasen.” Alberto Barnes, “Notes on Revelation,” pág. 239, comentario sobre Apocalipsis 8:11.
Respecto a la localidad de los sucesos predichos por esta “trompeta”, Barnes comenta:
“Se
dice particularmente que el efecto iba a ser sobre ‘los ríos’ y ‘las
fuentes de las aguas’… podemos suponer que se refiere a las regiones del
imperio donde abundaban los ríos y cursos de agua, y más
particularmente donde nacen los ríos y corrientes, pues el efecto era
permanentemente en las ‘fuentes de las aguas.’ De hecho, las principales
operaciones de Atila fueron en las regiones de los Alpes, y en aquellas
porciones del imperio de donde los ríos descienden a Italia…'” Alberto Barnes, “Notes on Revelation,” pág. 240, comentario sobre Apocalipsis 8:11.
Recuerde que “el nombre de la estrella es Ajenjo”. La palabra “ajenjo” indica amargas consecuencias. “Estas
palabras… nos recuerdan… el carácter de Atila, la miseria de la cual
fue autor o instrumento y el terror que inspiraba su nombre… ‘La
extirpación total y la supresión,’ son los términos que mejor definen
las calamidades que él infligía…”
“Atila se jactaba de que la hierba no volvía a crecer donde había
pisado su caballo. ‘El azote de Dios’ fue el nombre que se atribuyó, y
lo insertó entre sus títulos reales. Fue ‘el azote de sus enemigos, y el
terror del mundo.’ El emperador occidental, el senado y el pueblo de
Roma, con humildad y temor, procuraron aplacar la ira de Atila. Y el
párrafo final de los capítulos que refieren su historia, se titula
‘Síntomas de la decadencia y ruina del gobierno romano.’“ Alejandro Keith, “Signs of the Times,” tomo 1, págs. 267-269.
La cuarta trompeta
Ahorallegamos al último azote que Dios permitió contra la Roma Imperial
“cristiana” de Occidente mediante el cual colapsó finalmente en el año
476 d.C.
“El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte
del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las
estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no
hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.” Apocalipsis 8:12.
La extinción de la “luz” del Imperio Romano de Occidente
Seguimos citando algunos pasajes del libro “Las profecías de Apocalipsis” de Urias Smith.Dice:“Entendemos que esta trompeta simboliza la carrera de Odoacro, el
primer bárbaro que gobernó a Italia y que estuvo estrechamente
relacionado con la caída de la Roma Occidental. Los símbolos del sol, la
luna y las estrellas, pues se usan indudablemente como símbolos,
denotan evidentemente las grandes luminarias del gobierno romano: sus
emperadores [sol], senadores [luna] y cónsules [estrellas]. El
último emperador de la Roma Occidental fue Rómulo, al que por decisión
se llamó Augústulo, o sea el “diminuto Augusto. La Roma Occidental cayó
en 476. Sin embargo, aunque se apagó el sol romano, sus luminarias
subordinadas brillaban débilmente mientras subsistían el senado y los
cónsules…”
La extinción del Imperio Occidental queda así registrada por el historiador Gibbon:
“El infortunado Augústulo fue hecho instrumento de su propia
desgracia: presentó su renuncia al senado… Solemnemente ‘negaron [los
senadores] la necesidad, o aun el deseo de continuar por más tiempo la
sucesión imperial en Italia… consintieron en que la sede del imperio
universal fuese trasladada de Roma a Constantinopla; y renunciaron
vilmente al derecho de elegir a su señor, el único vestigio que les
quedaba todavía de la autoridad que había dado leyes al mundo.’ “Eduardo Gibbon, “The Decline and Fall of the Roman Empire,” tomo 3, cap. 36, pág. 512.
El emperador de Roma ya no controlaba el Imperio. En el año 476, el
jefe bárbaro Odoacro, destituyó a Rómulo Augústulo, un niño de 10 años
que se rindió ante Odoacro y que fue el último emperador Romano de
Occidente. Augústulo envió las insignias imperiales a Zenón, emperador
Romano de Oriente y Odoacro lo expulsó de Roma, deportándolo.
Alejandro Keith comenta la caída de Roma en estas palabras:
“Se extinguió el poder y la gloria de Roma como dominadora de
otra nación cualquiera. A la reina de las naciones sólo le quedaba su
nombre. Desapareció de la ciudad imperial toda insignia de la realeza.
La que había gobernado a las naciones se sentaba en el polvo, como una
segunda Babilonia, y no había trono donde habían reinado los Césares. El
último acto de obediencia a un príncipe romano que ejecutó aquella
asamblea una vez augusta, fue la aceptación de la renuncia del último
emperador del Occidente, y la abolición de la sucesión imperial en
Italia. El sol de Roma había sido herido…”
E. B. Elliott habla como sigue del cumplimiento de esta parte de la profecía en la extinción del Imperio Occidental:
“Así se fue preparando la catástrofe final, por la cual habían de
extinguirse los emperadores occidentales y su imperio. Hacía mucho que
se había ausentado la gloria de Roma; una tras otra sus provincias le
habían sido arrancadas; el territorio que todavía le quedaba se había
vuelto desierto; y sus posesiones marítimas, sus flotas y su comercio
habían sido aniquilados. Poco le quedaba fuera de los vanos títulos e
insignias de la soberanía. Y ahora había llegado el momento en que estas
cosas también le iban a ser quitadas.”
La invasión de los hérulos bajo Odoacro
Odoacro,jefe de la tribu germánica de los hérulos, sabía que Roma estaba en
crisis y aprovechó la circunstancia para invadirla. Fue así como invadió
Roma Occidental en el año 476 d.C. provocando la destrucción final del
Imperio Romano.
“Apenas veinte años después de Atila, y muchos menos después de
la muerte de Genserico (quien había visitado y saqueado antes de su
muerte la ciudad eterna en una de sus expediciones de merodeo marítimo, y
había preparado así aún más cabalmente la consumación venidera), más o
menos entonces, digo, Odoacro, jefe de los hérulos, resto bárbaro de la
hueste de Atila dejado en las fronteras alpinas de Italia, se interpuso
con su orden de que el nombre y el cargo de emperador romano del
Occidente fuesen abolidos. Abdicó el último fantasma de un emperador,
aquel cuyo nombre, Rómulo Augústulo, se prestaba singularmente para que
una mente reflexiva contrastara las glorias pasadas de Roma y su actual
degradación; el senado remitió las insignias imperiales a
Constantinopla, y declaró al emperador del Oriente que un monarca
bastaba para todo el imperio. Así se eclipsó la tercera parte del sol
imperial, la que pertenecía al Imperio Occidental, y ya no resplandeció
más. Digo ese tercio de su orbe que pertenecía al imperio occidental;
porque la fracción apocalíptica es literalmente exacta. En el último
arreglo entre las dos; cortes, todo el tercio ilírico había sido
transferido a la división oriental. De modo que en el Occidente se había
producido ‘la extinción del imperio;’ había caído la noche.”
“Después
de un siglo y medio de calamidades casi sin parangón en la historia de
las naciones, como lo indica correctamente el Dr. Robertson, la
declaración de Jerónimo, casi calcada de la figura del pasaje
apocalíptico, pero pronunciada prematuramente cuando Alarico tomó Roma
por primera vez, podría considerarse finalmente como
cumplida: ‘Clarissimum terrarum lumen extinctum est,’ (El glorioso sol
del mundo se ha extinguido); o como lo ha expresado el poeta moderno,
siempre bajo la influencia de las imágenes apocalípticas: ‘Estrella por
estrella, vio expirar sus glorias,’ hasta que no quedó siquiera una sola
estrella que titilase en la noche obscura y vacía.” Eduardo B. Elliott, “Horae Apocalypticae,” tomo 1, págs. 354-356.
¡Así cayó finalmente Roma Occidental en el año 476 d.C.!
Lo que sucedió a continuación en la historia romana
Tras derrocar a Rómulo Augústulo, Odoacro envió las insigniasimperiales de Occidente al emperador Zenón de Oriente, junto con una
carta en la que pedía ser confirmado dux de Italia,
reconociendo la soberanía del emperador de Constantinopla sobre
Occidente. Zenón, el emperador romano católico de Oriente accedió a esta
petición y confirió a Odoacro el rango de patricio. Odoacro se tituló rex Italiae (Rey de Italia)
y como tal fue reconocido durante el resto de su vida. No obstante, las
relaciones entre Odoacro y la Roma oriental empeorarían posteriormente,
y en 489, con el apoyo del emperador Zenón, los ostrogodos, al mando de
Teodorico el Grande, invadieron el reino de Odoacro, destruyeron su
ejército de bárbaros foederati, forzándole a rendirse en 493.
Teodorico le invitó a un banquete, y se cree que lo asesinó con su
propia espada, haciéndose con todo su reino. Fuente.
La invasión de Teodorico de los Ostrogodos a Italia
“Un nuevo conquistador de Italia, el ostrogodo Teodorico, selevantó prestamente, asumió inescrupulosamente la púrpura y reinó por
derecho de conquista. ‘La realeza de Teodorico fue proclamada por los
godos (5 de marzo de 493), con el consentimiento tardío, adverso y
ambiguo del emperador del Oriente.’ El poder imperial romano… ya no fue
reconocido en Italia… El poder de los Césares ya no fue conocido en
Italia; y un rey godo reinó sobre Roma.”
“Pero aunque fue herida la tercera parte del sol, y el poder de
la Roma imperial cesó en la ciudad de los Césares, siguieron brillando
la luna y las estrellas por un tiempito más en el hemisferio [imperio]
occidental, aun en medio de las tinieblas godas. El consulado y el
senado [‘la luna y las estrellas’] no fueron abolidos por Teodorico…
“Pero, en su orden profético, el consulado y el senado de Roma
llegaron a su fin, aunque no cayeron por manos de los vándalos ni los
godos. La siguiente revolución que sufrió Italia fue su sujeción a
Belisario, el general de Justiniano, emperador del Oriente. No perdonó
lo que los bárbaros habían santificado. ‘El consulado romano extinguido
por Justiniano en 541,’ es el título del último párrafo del capítulo 40
de la historia de la decadencia y caída de Roma, por Gibbon. ‘La
sucesión de los cónsules cesó finalmente en el año trece de Justiniano…
cuando termina la cuarta trompeta, vemos la ‘extinción de aquella
ilustre asamblea,’ el senado romano.” Alejandro Keith, ”Signs of the Times,” tomo 1, págs. 280-283.
- El pasaje paralelo a las primeras cuatro “trompetas” del Apocalipsis encontramos en el “libro de la verdad” de Daniel 11:29-30 que estudiamos en el tema 108 de este seminario y también los temas 19 y 20.
en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran
en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para
sonar los tres ángeles!” Apocalipsis 8:13.
En los siguientes temas analizaremos los tres “ayes” de las siguientes tres “trompetas”. Conoceremos que se trata del Islam y veremos que bajo las primeras dos “trompetas”
se desplomó el Imperio Romano de Oriente. Estudiaremos de qué manera el
Islam azotó a Roma en su segunda fase, romana papal. Además conoceremos
dos nuevas e impresionantes profecías de tiempo que forman parte de la
quinta y la sexta “trompeta”.
Autor: Enrique Rosenthal
4 comentarios
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Carlos
Hola, querido hermano. Cuando descargas el tema en PDF
arriba pone “vea el vídeo de este tema haciendo clic Aquí”. Pero no hay
ningún vídeo. Saludos, nos queda poco tiempo.
Orlando Mesen Blanco
Buenos dias, le felicito en el Señor por su material tan
esquisito espero el Señor le siga bendiciendo, desearia con mucha
humildad hacer un aporte pero me gustaria si usted no tiene
inconveniente referirlo por otro medio de comunicacion, muchas
bendiciones, Orlando.